SEMANA 7

 

77 segundos

Por: Santiago Ballén

Tengo que empezar diciendo que esta vez también llegué tarde. Eran las 9:25 aproximadamente. Solo retumbaba en mi cabeza el comentario del profesor “no me siga llegando tarde”. En serio lo intento. De verdad lucho por llegar temprano y respetar la clase, Cobos. Sin embargo, cada vez es más difícil. Pero, Cobos, si lees esto, quiero que sepas que lucho por llegar a tiempo.

Cuando entré al salón me desubiqué porque mis amigos no estaban en los asientos usuales. Me acerqué a la última fila del lado derecho. En el primer asiento de izquierda a derecha se encontraba una maleta, pensé que era de Gabriela así que la levante para poder sentarme. Mis amigos me voltearon a mirar y me dijeron que no era de ellos. Camila comenzó a reírse porque, seguramente, mi rostro reflejaba mucha vergüenza. A la persona que le haya quitado la maleta, también quiero que sepas no fue intencional. En la fila de al frente había un asiento así que me dirigí para allá, mientras escuchaba la risa de Camila.

Recuerdo que se estaba leyendo una bitácora que tenía términos un poco desconocidos. El autor o la autora tampoco tenía conocimiento sobre el tema. Por lo tanto, Cobos nos advirtió que no debíamos usar expresiones que no entendiéramos. Pero quiere que queramos escribir como todos unos académicos. Además, nos contó un par de historias sobre plagio, en la sección de su clase que yo llamaría “La hora del storytime”. Después de esto, pasó un grupo expositor, vimos un video del experimento Universo 25 y al final un Quizziz. Hablando del Universo 25, Transmilenio me recuerda mucho a ese experimento. Cuando uno está en esas multitudes, siendo empujado, maltratado, creo que genera mucho estrés, ahora entiendo porque hay caos. Puedo llegar con tiempo a la estación, pero el número de personas y el número de buses me dificulta mucho el viaje a la Universidad. Uno siempre escucha gritos, peleas, y personas quejándose porque han sido lastimadas. Cuando es hora pico, uno queda hombro a hombro con todo aquel que se suba. Realmente es toda una experiencia. Según un estudio el hacinamiento genera estrés, problemas de salud mental, y ausencia de privacidad. Aparte, frente a la puntualidad ¿puedo decir que mi cerebro está configurado de manera diferente?

En el 2006 se realizó un estudio sobre la percepción del tiempo “Time Urgency and Job Performance: Field Evidence of an Interactionist Perspective”. Se concluyó que el reloj de ciertas personas, incorporado naturalmente en nuestro cuerpo, es diferente. Resulta que, para las personas impuntuales, un minuto puede pasar más lento. Específicamente en el estudio, para estas personas un minuto duraba, en aproximación, 77 segundos. Para las personas puntuales, según su percepción, un minuto dura cerca de 58 segundos. Por lo tanto, la sensación del tiempo afecta indudablemente en el comportamiento de las personas. Para nosotros los impuntuales el tiempo corre de manera diferente. Por eso es constante el sentimiento de que el tiempo se nos va de las manos.

Asimismo, un estudio realizado por la Universidad de Harvard determinó que el optimismo y la sensación de relajación también genera una mala gestión del tiempo. Además, los efectos de la procrastinación influyen menos en las personas optimistas. Les genera falta de autocontrol. Esto nos pone a pensar sobre cualquier actitud o aspecto de nuestra vida y cómo la mente genera comportamientos significativos en nuestra vida. Encima, el trastorno del déficit de atención es un factor relacionado con el hábito de la impuntualidad, ya que existen deterioros cerebrales sobre la planificación y la organización. La psicóloga Michele Novotni en ADDitude Mag, explicó “todo el mundo llega tarde alguna vez, pero muchas personas con TDAH llegan más veces tarde que pronto. No tienen intención de ser inconsiderados o irrespetuosos, pero debido a su tardanza crónica se les ve como tal. Esa percepción es una de las razones por las que la gente con TDAH tiene problemas para mantener buenas relaciones con sus familiares, amigos y colegas de trabajo”.

Por último, llegar tarde, según los estudios, se puede deber a la educación familiar. O se puede deber, según Diana DeLonzor, autora de Never Be Late Again (Post Madison Publishing, 2003), a factores inconscientes que están fuera del alcance de los sujetos. Asimismo, el trabajo se enlaza con el estrés y tiempos de entrega muy definidos. Se expone que publicistas, consultores y periodistas suelen ser impuntuales, porque corren a todas partes.

Después de encontrar estos argumentos quiero pensar que llego fuera de tiempo por factores personales y de transporte, y no por algún trastorno cerebral. Quiero pensar que puedo mejorar y transformar mi diario vivir y el de las personas que me rodean. Ahora bien, me parece importante entender que hay elementos diferentes que debemos tener en cuenta a la hora de opinar sobre una persona que llega tarde. Creo que en la sociedad está muy normalizado el hecho de recriminar a aquellos impuntuales. No es el exceso como en países orientales, pero siempre hay que dar un paso al costado y escuchar el porqué de correr sobre el tiempo.

Como es costumbre, procederé a compartir una frase de reflexión. Siempre argumento que me ayuda a comer palabras y también me permite aprender sobre la sabiduría humana. En cada bitácora trato de reforzar, entender o argumentar un tema de interés o que se habló en el salón de clase. Para este texto en específico, como es evidente, hablé sobre el manejo del tiempo y la puntualidad. Sin embargo, la frase que quiero dejar para el final es sobre el conocimiento que los humanos fácilmente adquirimos día a día, porque soy fiel defensor que en todo tiempo se aprende algo nuevo.

“La conclusión es que sabemos muy poco y sin embargo es asombroso lo mucho que conocemos. Y más asombroso todavía que un conocimiento tan pequeño pueda dar tanto poder.” Bertrand Russell (1872-1970) Filósofo, matemático y escritor británico.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ayuso, M. (2013, 18 noviembre). No son unos «caras», están enfermos: qué le pasa a la gente que llega tarde. El Confidencial. https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-11-18/no-son-unos-caras-estan-enfermos-que-le-pasa-a-la-gente-que-llega-tarde_54967/

Sierra, I. (2022, 10 julio). La ciencia detrás de la gente que siempre llega tarde a todas partes. Magnet. https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/ciencia-detras-gente-que-siempre-llega-tarde-a-todas-partes-1

Lebrusán Murillo, I. (2019, 16 septiembre). HACINAMIENTO: Qué es y cómo afecta a las personas mayores. CENIE. https://cenie.eu/es/blogs/envejecer-en-sociedad/hacinamiento-que-es-y-como-afecta-las-personas-mayores#:~:text=El%20hacinamiento%20se%20traduce%20en,de%20la%20base%20que%20utilicemos.

 

 

 

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